súper chillona hasta el fin de los tiempos

este post comenzó como algo completamente diferente. empezó con una lista que me encontré en una libreta. les conté sobre esa libreta (y 50 más) en mi post la vez pasada.

k oso. en fin.

en el otro post que estaba escribiendo les iba a contar que todavía me hacen llorar. estos son los comerciales por si tienen curiosidad. la cantidad de emojis es qué tanto me hacen llorar aún:

luego en ese otro post les contaba que soy súper chillona desde el inicio de los tiempos. ya les había dicho de cómo lloraba por todo cuando era chiquita. después, mi intención era enlistar todas esas otras cosas nonsense que siempre me hacen llorar.

una de ellas es un capítulo de Say Yes to the Dress en donde la novia va a casarse con su novio que está a punto de morir. llega con un presupuesto muy limitado y cuando encuentra el vestido perfecto, ¡se sale de su presupuesto! pero no se preocupen, el dueño de la tienda se lo regala. y es súper tonto pero siempre lloro. el otro día se lo conté a Mauricio y LLORÉ OTRA VEZ JAJAJA.

en especial, lloro mucho cuando mi fe en la humanidad se renueva. que, sea como sea, pasa seguido. está este post con fotos de personas ayudando después del temblor de 2017 que siempre renueva mi alma. también este subreddit de papás llorando de felicidad (para qué entré, ya estoy llorando).

hace unos días empecé a leer A Paradise Built in Hell, de Rebecca Solnit. es un libro sobre las comunidades que se forman después de situaciones de crisis, como el Huracán Katrina o el terremoto de México en el 85. me interesó justo por eso. porque es cuando pasan estas cosas que nos convertimos en los seres humanos que deberíamos ser siempre.

yo sé que en las noticias y en todos lados la conversación es sobre el coronavirus. lo que tenemos que hacer y no hacer. las medidas que un gobierno está tomando (o no está tomando). todos los tuits sobre túeresprivilegiadoyporesopuedesquedarteencasa. las personas que nos enojan porque no se toman las cosas en serio. pero, ¿saben qué me mantiene con vida? las personas que, en medio de la crisis, tienen fuerzas para preocuparse por el otro.

y no se necesita mucho.

están las personas que se organizaron para aplaudir a la misma hora y agradecer a todos los que están arriesgando la vida para que se mantengan sanos.

están las personas que se organizaron para tocar sus instrumentos y cantar en su balcones.

están unos papás que construyeron un bar falso para que su hijo pudiera festejar que cumplió 21 años sin tener que salir de su casa.

un coro que no pudo reunirse pero aún así me hizo llorar.

están estos vecinos que hacen que odie menos a los grupos de whatsapp,

los vecinos deportistas,

los que celebran cumpleaños,

y estos que no son vecinos pero…

https://twitter.com/chufita_/status/1244362437782052865

y podría seguir y seguir y seguir y no dejar de llorar… pero para eso voy a regresar a Twitter después.

dice Rebecca Solnit que cuando hay crisis, las reglas se suspenden y podemos imaginarnos un mundo mejor, no, hacer un mundo mejor. es en medio de la tragedia que nos damos cuenta de que las cosas pueden ser diferentes.

preocuparnos por el otro y hacer lo que esté en nuestras manos para ayudar, aunque eso sólo signifique quedarte en tu casa, también nos ayuda a nosotros. nos ayuda a sentirnos útiles. dejar de pensar sólo en nosotros, incluso en medio de la incertidumbre, el caos y el miedo, nos hace un poquito felices (aunque también es como una paradoja).

este no es ningún speech para pedirles que se queden en su casa. ya están grandes y ya saben qué tienen que hacer.

este es un speech para que no pierdan la poca fe que les pueda quedar en la humanidad. esto es para que no se olviden de que, aún en medio de tantas cosas horrendas que nos pasan todos los días, hay una pequeña parte que tiene esperanza. hay una pequeña parte que todavía es humana en nosotros, que se preocupa por el otro, que está dispuesta a hacer sacrificios.

este es un speech para que nunca se nos olvide eso, que podemos ser mejores humanos… y que no está tan difícil.

update, 13 de julio de 2020. perdí toda mi fe en la humanidad y odio a la gente. más aquí.

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