el otro día fui a la fiesta de cumpleaños de la hija de mi vecina (¡ya 7 años!) un martes en la noche porque pues somos mexicanos y las fiestas infantiles no respetan edad, hora, ni día de la semana. además, nunca le diría que no al pastel del elote que hace la vecina. *chef’s kiss* había otra pareja de mexicanos y claro que nos pusimos a hablar de dónde conseguir ingredientes mexicanos, que si en el Coop, que si en el Asia Markt, que si por Amazon, etc. la otra chava que estaba ahí hasta me estaba diciendo que está indignada porque aquí no se comen las flores de calabaza. “entonces, ¿qué les hacen, las tiran?”, me dijo, mientras otra pareja estaba indignada porque compró 10 flores de calabaza en 5 francos suizos una vez (exqueezmeeee!).
y antes de seguir, déjenme aclarar algo:
los mexicanos no tenemos la culpa de haber nacido en un lugar maravilloso donde la comida es centro y fin del universo y en donde no tenemos miedo a los sabores, ni las texturas, ni las combinaciones. no tenemos la culpa de haber nacido en un lugar en donde es innovador, bien aceptado y hasta fomentado pensar en qué más agregarle a las micheladas hasta tener creaciones como las kittychelas. 👏
me encontré esta otra joya que no tiene qué ver pero sí mientras escribía esto:
otra cosa.
las personas de aquí tampoco tienen la culpa de haber nacido en un lugar donde la comida es sólo comida y no una celebración de la vida. ¿se imaginan pensar que se come sólo para sobrevivir? obviamente aquí estoy ignorando por completo las circunstancias que han llevado a que la comida y las actitudes hacia la comida sean así. también estoy ignorando que vivo en un lugar súper chiquito y por eso no hay tanta variedad. pero no me voy a poner a hablar de eso porque esto es una queja, no una clase de historia.
antes de que vengan personas de la zona DACH a regañarme, explíquenme cómo es que no les puede emocionar pensar qué van a comer cuando salen con sus amigos o por qué todos los restaurantes típicos tienen casi los mismos platillos en su menú. o por qué su desayuno es un pan con queso nada más. explíquenme por qué aquí nadie conoce el concepto de que se te haga agua la boca (!!!).
esto puede parecer súper reduccionista e híjole, me gustaría decirles que de verdad lo estoy siendo, pero no taaaanto.
total que en nuestra plática que pasa después de que estamos en situaciones sociales lo primero que Mauricio me dijo fue: los mexicanos siempre hablan de comida.
primero me indigné mientras me comía unos Churrumais que todavía me sobran pero luego dije, sicierto. porque es verdad.
invariablemente, siempre terminamos hablando de comida, de lo que hemos intentado cocinar aquí, de cómo extrañamos los esquites, y de cómo aquí la comida no es tan divertida. porque, como dije al inicio, la comida es el centro y fin de nuestro universo.
algo que siempre me pongo a pensar es en cómo todas las actividades sociales en México están extremadamente relacionadas con comida. casi siempre, lo primero que se piensa es, ¿qué vamos a comer? ahora que estuve allá, me di cuenta de que me la pasaba comiendo desde que despertaba hasta que me iba a dormir. ¡y siempre cosas diferentes!
¿es esta una relación sana con la comida? no lo sé y tal vez los índices de obesidad no estén a mi favor, pero lo que sí puedo decir es que hay muchas cosas que ya no extraño pero la comida jamás deja de ser una de ellas.
no hay nada que llene el vacío existencial que deja la falta de antojitos callejeros en cada esquina. a veces sólo el Kebab o el Schnitzel. dios bendiga a las milanesas.
mi vida pensando en la comida de aquí es como la vida de Remy antes de mezclar queso con una fresa.
a lo mejor piensan que estoy exagerando y claro que lo estoy haciendo, como si no me conocieran. pero lo que en realidad quiero decir es que México me echó a perder.
poco a poco he empezado a tener una vida normal aquí. ya no me imagino una vida en México, ni pienso en todas las cosas que podría estar haciendo allá que no puedo hacer aquí. todavía me frustran varias cosas pero, entre todo, la balanza ya no se está moviendo constantemente entre México y Liechtenstein. he encontrado una vida bonita aquí.
pero, ¿saben qué la haría no sólo bonita, sino perfecta?
si la comida fuera mejor. 😂
pero bueno, respondiendo a la pregunta del inicio. sí, los mexicanos siempre hablamos de comida.
don’t @ me.
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