oigan no sé ni cómo se hace una investigación pero me atreví a ponerlo en el título.
ahí tienen que hace unos meses fui a un concierto de Granada. había escuchado como 2 canciones y pues se me hizo fácil. también porque alguien me pagó el boleto. aquí les dejo esto para que les conozcan:
bueno. llegamos al lugar, por cierto muy cools en medio del bosque, y todo normal.
era un lugar chiquito y antes de que empezara, nos paramos en frente del escenario. a unos 3 o 4 metros, muy cerquita. ya cuando vimos que iba a empezar, le dije a Mauricio: igual y nos movemos a otro lado, no se vaya a poner loca la gente. a lo que no me acuerdo si me contestó pero seguro pensó, ¿loca la gente, qué es esto, México?
me vino a la mente un día que fui a un concierto de Kinky en el zócalo de Puebla. como era gratis, obvio había un montón de gente (pero aunque no fuera gratis, en esa época eran muy populares). una amiga nos empezó a dar consejos sobre cómo cuidarnos si nos metíamos a la bola. que si tienes que ver hacia arriba para poder respirar, que cuidaras tus cosas, etc. cuando empezó ese concierto, una amiga y yo aguantamos exactamente 5 segundos y nos salimos porque eso era imposible. vimos todo desde lejos.
y pues uno puede salir de su bello país, pero su bello país no sale de uno. yo esperaba lo mismo en este concierto.
total que empieza el concierto y, ¿qué creen que pasó?
pues nada.
había gente tomando vino en copas de vidrio. en medio de un concierto. wtf.
siempre que pasan estas cosas donde la gente no muestra emociones como lo harían en México me pregunto si se emocionan igual. o sea, ¿gritar, apachurrarse, brincar y cantar súper fuerte son las únicas maneras de mostrar emoción?
yo estaba muy sorprendida porque qué experiencia nueva en la vida es esta. poder disfrutar de algo sin tener que preocuparte por tu espacio personal, porque te aplasten o porque te toquen sin tu consentimiento.
me acordé también de una vez a la que le robaron sus lentes a Erlend Øye y prometió no volver a México otra vez cuando estos dos individuos se bajaron del escenario, nos pidieron que nos sentáramos y que hiciéramos un círculo para que ellos cantaran en medio. ké.
gran parte de este proceso de adaptación que a veces parece interminable es asimilar que las cosas son diferentes. y pues uno pensaría, ¿no es eso obvio que las cosas serían diferentes aquí? y sí. pero es tan difícil entenderlo.
cuando sacamos la basura de la cocina, quitamos el bote de donde siempre está porque lo lavamos. mientras se seca, no tenemos dónde poner la basura. pero aunque mi cerebro en teoría lo sabría, cada vez que necesito tirar basura en la cocina, la intento echar a donde siempre ponemos el bote, aunque no haya nada ahí. bueno, pues imagínense que así es mi vida pero en vez del bote de la basura, es cada una de las cosas que tengo que hacer todos los días.
mi mente racional entiende que las cosas son diferentes o van a ser diferentes en cualquier circunstancia. sé que cuando salgo, ir al súper va a ser diferente, ir a un restaurante no va a ser lo mismo, o en este caso, ir a un concierto va a ser completamente otra experiencia a la que viviría en México. y aún así, me sorprende cada vez.
unas semanas después fui a un concierto de José González y salí indignadísima de que la gente no dejaba de hablar jaja. ¿es esto emocionarse cuando vez a José González? bueeeeno, al final por lo menos la gente aplaudió.
y siento que ahí está el meollo del asunto. porque todo tiene que ver con las expectativas que YO tengo sobre las cosas. que si la gente fue muy ruidosa, que si no bailó, que si no gritó, que si no rompió sus copas de vino (otra vez, wtf), y un gran etc. etc. etc.
no hay solución a esto y si la hay, pásenme el cheat code.
sólo me queda seguir intentando tirar la basura en el mismo lugar, cuando ahí ni siquiera un bote de basura hay. 😂
y para responder a la pregunta inicial, pues sí, los austriacos se supone que sí se emocionan pero jamás los van a escuchar gritando como yo grité cuando vi el final de la temporada 3 de Never Have I Ever.
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